Si un gato está celoso de sus compañeros, es importante que el dueño mantenga la calma y actúe con cuidado. ¡Con algunos trucos, la paz entre los tigres domésticos debería restaurarse rápidamente!
Los celos en los gatos pueden manifestarse tan fácilmente a través de una desgana repentina como a través de exactamente lo contrario, es decir, la agresión hacia el segundo gato. Es particularmente difícil para los dueños de mascotas cuyos amigos de cuatro patas de repente ya no quieren tener nada que ver con ellos …
Consejos para los celos: que hacer si un gato se retrae
Para los tigres domésticos que están sufriendo en silencio porque se ha mudado un nuevo gato o su compañero animal es muy dominante, lo único que ayuda es estar atentos. Dedícate a tu tigre de la casa haciendo pucheros tan a menudo como puedas y presta especial atención a él. Frótelo y acarícielo, háblele bien, dele un premio de vez en cuando y trate de animarlo a que juegue con su juguete favorito.
¡Debería tener la sensación de que es importante para usted y no debe ser reemplazado! Felicítelo cuando salga de la reserva y juegue contigo. Los remedios homeopáticos y de flores de Bach para gatos también pueden ser muy útiles si su gato no está molesto por nada e incluso puede enfermarse físicamente por el dolor.
Gatos que se vuelven agresivos por celos
Los celos de los gatos también pueden manifestarse al rascar, morder y atacar al segundo gato. Regañar y castigar solo agravaría innecesariamente el problema. Por lo tanto, es importante mantener la cabeza despejada y hacer un esfuerzo por no enojarse, incluso si uno de los tigres de su casa se está comportando como un pequeño depredador. Es mejor fingir que no hay nada de malo, y ese es el primer paso.
Trate de evitar situaciones en las que uno de los gatos tenga tendencia a atacar al otro. Si surge una discusión, es mejor distraer a sus dos mascotas. Anímelos a jugar juntos para que tengan otras ideas. Si hay un choque entre los dos, por difícil que sea, ignórelo. Solo interviene si tiene la sensación de que uno de ellos podría resultar herido, por ejemplo, si uno está acorralado. También confíe en la distracción: cierre la puerta de un portazo o aplauda con fuerza. Solo separe los dos si las cosas se ponen muy mal, hasta que los dos se hayan calmado.
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