Si los gatos están constantemente saltando sobre la mesa y el mostrador de la cocina, no solo es molesto, sino también peligroso. La estufa caliente, las plantas de cocina venenosas, los cuchillos afilados y compañía son solo algunas de las razones por las que nuestras curiosas patas de terciopelo no tienen cabida en ciertas áreas de la cocina.
A pesar de esto, o quizás debido a ello, muchos gatos domésticos se sienten casi mágicamente atraídos hacia la mesa y el mostrador de la cocina. Acostumbrarse al salto prohibido no es nada fácil. Aquí hay algunos consejos sobre cómo hacer que su gato se dé cuenta de que no vale la pena ir a los muebles de la cocina.
Destetar a los gatos de saltar sobre la mesa: rápida y consistentemente
Una regla básica importante en la educación de los gatos es: No haga excepciones. Si decides que no quieres que tu gato salte sobre la mesa, no dejes que se salga con la suya ni una vez. En lugar de gritar y regañar, se requiere coherencia. Un comando fuerte “¡No!” y un despegue de la mesa debería seguir inmediatamente a cada una de sus excursiones ilícitas.
Asegúrese de que la tentación no sea demasiado grande para su gato para que sea un poco más fácil. Un delicioso sándwich de salchicha puede ser una razón incluso para que el gato que se porta mejor salte sobre la mesa. Recoja los comestibles y los restos de comida y, si no está en casa, cierre la puerta de la cocina para que su mascota no se siente cómodamente en la cocina durante este tiempo; de lo contrario, su gato nunca entenderá la prohibición.
Aclarar la prohibición de las mesas: algunos trucos
A los gatos no les gustan las sorpresas desagradables, pero pueden esperarlas si siguen saltando sobre la mesa. Una barra húmeda es tan incómoda para los gatos como una superficie de trabajo cubierta con papel de aluminio o periódico.
Con un poco de suerte, estará tan asustada que no se atreverá a saltar sobre el mueble prohibido por segunda vez. Una botella de spray para flores que se llena con agua y le da al gato un susto húmedo cada vez que salta, subraya tu “¡No!” claro y por lo tanto puede ser de ayuda.
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