Comprender el lenguaje de los gatos no siempre es fácil; también sucede que las señales de celos entre dos animales no siempre se reconocen de la misma manera. Es importante tomar contramedidas a su debido tiempo si lo peor llega a suceder. Aquí describimos cómo se pueden reconocer los celos.
La mayoría de los gatos domésticos son muy competitivos. Cuando se trata de vivir con humanos, esto es especialmente cierto para los gatos, que están muy orientados a los humanos. Cuando se muda un gato nuevo, la renuencia a compartir puede convertirse en un problema. Incluso los equipos bien ensayados no son inmunes a ella.
Lenguaje felino para los celos: a menudo es difícil de interpretar
Los candidatos más difíciles a los celos son aquellos que devoran su dolor y apenas pueden ser reconocidos por su lenguaje felino: los gatos reservados, tranquilos, que están plagados de celos, de repente se alejan de sus humanos. De repente, no tienen ganas de que los acaricien o jueguen durante horas y parecen francamente ofendidos. Difícilmente es posible sacarlos de la reserva, lo que a menudo causa una gran preocupación para el propietario.
Otros miran fijamente a su dueño cuando acaricia al segundo gato y luego socializan con su compañero de cuarto animal, quien entonces por lo general ya no entiende el mundo. Algunos también hacen un breve trabajo por sí mismos y se abalanzan sobre el segundo gato mientras lo acarician.
Cuando los celos conducen a un comportamiento indeseable
Lo que comienza con un poco de celos puede convertirse en un verdadero problema si el dueño no interpreta el lenguaje del gato y se porta mal. Cuando los dos gatos comienzan a pelear, se vuelve incómodo o incluso insoportable para todos. El comportamiento de protesta en el caso de los celos puede manifestarse con rasguños, mordiscos y silbidos tanto contra el propietario como contra sus congéneres. Muchos gatos celosos intimidan a su segunda mascota, los sacan de la caja de arena y los emboscan por detrás.
Además, la protesta por orinar, la ira destructiva, la falta de voluntad para comer e incluso las enfermedades pueden surgir de los celos. Cómo puede prevenir esto como dueño de un gato, lea aquí.
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